La pandemia del covid-10 nos ha demostrado que un nuevo modelo de trabajo es posible; y que conceptos como “teletrabajo”, “trabajo en remoto” o “smart working“ han llegado para quedarse. Las empresas han tenido que adaptarse a esta nueva realidad; así como hacer uso de la tecnología para poder mantener su producción y su actividad empresarial al mismo nivel (o más) que antes de la pandemia.
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¿Qué es el Smart Working?
Las nuevas tecnologías, junto con la necesidad de desplazar los puestos de trabajo de las grandes ciudades, ha propiciado la aparición de nuevos modelos de trabajo que ofrecen una mayor conciliación con la vida personal y familiar. El smart working es una fórmula de gestión empresarial basada en tres grandes pilares:
- Movilidad y flexibilidad horaria.
- Trabajo por equipos.
- Uso de nuevas tecnologías.
El objetivo de este modelo de trabajo es conseguir una gestión más eficaz de las personas y de su fuerza de trabajo. No solo busca aumentar la productividad; sino también aumentar la satisfacción de los empleados y lograr una mejor conciliación entre el trabajo y la vida personal. En algunos países que han optimizado su sistema laboral, como Finlandia o Dinamarca, es muy habitual ver a las personas haciendo su trabajo en remoto, desde cafeterías, bibliotecas, librerías o espacios de co-working, entre otros. No obstante, para que esto sea posible hay que adaptar el modelo de negocio de las empresas a las nuevas tecnologías y fomentar la conciliación laboral.
El smart working se diferencia del teletrabajo porque se apoya en las nuevas tecnologías para permitir una mayor flexibilidad horaria y en materia de herramientas de trabajo. El teletrabajo muchas veces no es trabajo en remoto, sino “llevarse la oficina a casa”. Esto, lejos de aumentar la productividad y facilitar el trabajo desde casa, produce estrés y burnout, ya que se hace complicado separar el espacio de trabajo del espacio vital en el hogar.
Ventajas del Smart Working
La implementación del smart working es un reto para trabajadores y empresarios, ya que implica diversos cambios. Por una parte, las compañías tienen que proveer formación tecnológica a sus empleados; así como dotarles del equipo y las herramientas tecnológicas necesarias para que puedan hacer un trabajo. Y, por otra parte, los trabajadores tienen que trabajar sus habilidad para organizar y gestionar sus tareas y el tiempo que dedican a estas; además de comprometerse a mantenerse al día en el ámbito de las nuevas tecnologías y garantizar una comunicación fluida con sus compañeros y compañeras de trabajo. No obstante, las ventajas del smart working lo convierten en un modelo de trabajo que, en un futuro, cabe la posibilidad de que se implemente en muchas empresas.
- Aumenta la productividad de los trabajadores al permitir una mayor flexibilidad; por lo tanto, cada empleado puede aprovechar el tiempo en el que es más productivo.
- Aumenta la autonomía del trabajador, así como su satisfacción en el puesto de trabajo.
- Mejora la conciliación laboral.
- Permite obtener mejores resultados en el desempeño de tareas.
- Facilita la atracción de talento humano a la empresa.
- Fomenta un entorno de trabajo colaborativo y la formación de equipos multidisciplinares que trabajen juntos en la consecución de un objetivo común.
- Permite una mejor optimización de los costes.
- Disminuye el impacto medio ambiental que ocasionan los desplazamientos hasta los puestos de trabajo, que mayoritariamente suelen estar en las ciudades.