En los últimos años se ha puesto en manifiesto la necesidad de aplicar cambios en el modelo económico y de negocio que conduzcan hacia un mercado formado por empresas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente y con los derechos humanos. El objetivo es conseguir un equilibrio justo e igualitario a nivel social, con el menor impacto posible sobre el planeta. Una empresa es sostenible cuando es capaz de crear valor económico y social a largo plazo, minimizando el daño causado al medio ambiente y contribuyendo en el fomento del bienestar de las regiones y las comunidades donde operan.
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¿Qué es la sostenibilidad empresarial?
Las empresas sostenibles crean valor económico y social a medio y a largo plazo a través de prácticas que contribuyan a mejorar el bienestar de las comunidades y de las regiones donde tiene lugar su actividad. Los procesos empresariales de este tipo de compañías tratan de reducir al máximo el impacto negativo que puedan tener en el medio ambiente. Además, el desarrollo empresarial sostenible no tiene por qué buscar la rentabilidad; sino el reparto equitativo de los recursos y las ganancias de las empresas.
Las empresas sostenibles tienen una clara ventaja competitiva sobre aquellas que aún no han teñido de verde su marca. Sin embargo, esto también genera cierta polémica, conocida bajo el nombre de “green washing”. Este concepto hace referencia a aquellas compañías que disfrazan su actividad de “sostenible” como parte de su estrategia de marketing, únicamente con el objetivo de publicitarse y hacerse un hueco en un mercado cada vez más concienciado de la importancia de cuidar el planeta en el que vivimos y las personas que lo habitan.
La sostenibilidad empresarial es muy importante, ya que quienes más influyen en la toma de decisiones de la sociedad, lo que incluye también las decisiones políticas, son las grandes empresas, las multinacionales y sus directivos. El compromiso de las organizaciones es clave para garantizar un futuro sostenible e igualitario.
¿Cómo son las empresas sostenibles?
Las empresas sostenibles comparten algunas características en común, que enumeramos a continuación:
- Controlan el consumo energético y promueven hábitos orientados a reducirlo.
- Tratan de reducir la huella ambiental mediante la medición del impacto que tiene la actividad de la empresa en el entorno que la rodea.
- Operan en mercados que fomentan el comercio justo.
- Colaboran con acciones sociales a través de entidades y asociaciones que velan por el cuidado del medio ambiente y la defensa de los derechos humanos.
- Reciclan, reducen y reutilizan, especialmente las empresas que generan una mayor cantidad de residuos. La gestión de este tipo de productos es esencial para caminar hacia un futuro sostenible. La economía circular es imprescindible.
- Aprovechan las nuevas tecnologías para digitalizar algunos procesos que permiten reducir los costes y el uso de recursos. Por ejemplo, hay empresas que imprimen muchos documentos, que podrían utilizarse de la misma forma en formato digital.
- Fomentan la sostenibilidad a través de pequeños cambios: realizando acciones sostenibles orientadas a los clientes, fomentado el uso de transportes públicos y vehículos sostenibles, aplicando diseños ecológicos, etcétera. También tratan de concienciar a los trabajadores a través de programas de educación y formación ambiental.