Los distintos tipos de narrador ofrecen posibilidades alternativas en cuanto al estilo, al tono y a la forma de presentar los hechos. Cuando escogemos, no podemos cambiarlo porque sí, por lo que esta decisión es una de las más importantes que debe tomar un autor. ¿Estás preparado para hacerlo? Te contamos qué tipos de narradores hay y sus características para que puedas usarlos en tus relatos. ¡Fórmate en escritura con nuestra maestría y perfecciona tu técnica!
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¿Qué es un narrador?
Hablamos de narrador cuando nos referimos a la voz que utiliza un escritor para contar su historia. Los distintos tipos de narradores pueden conceder un tono y un estilo distinto, además de ofrecer muchas y variadas posibilidades. No es lo mismo contar con un narrador omnisciente que todo lo sabe, que disponer solo de la información de un narrador en primera persona.
Decidir qué voz va a utilizar es una de las primeras elecciones que debe tomar un autor, que es el encargado de dar vida a la historia. ¿Qué quiero transmitir con mi historia? ¿Cuál es el punto de vista más interesante desde el que contarla? ¿Quiero ser más o menos intenso en lo que cuento? Estas son algunas de las preguntas que debemos hacernos como autores para encontrar el punto de vista perfecto para transmitir lo que queremos.
¿Qué tipos de narrador hay y sus características?
Una vez hemos definido qué mensaje queremos transmitir, debemos escoger uno de entre los distintos tipos de narradores que tenemos disponibles. Hay algunos autores que pueden usar dos o incluso tres a lo largo de una misma obra, pero lo mejor para empezar es no precipitarse y empezar por lo básico.
¿Que qué es lo básico? Pues un solo tipo de narrador. ¿Que cuál utilizamos? Uno de los siguientes:
Narrador en primera persona
Este es uno de los tipos de narradores más utilizados, puesto que permite entender el mundo tal y como lo hace un personaje. Podemos conocer sus pensamientos, sensaciones, impresiones y vivencias con una intimidad y subjetividad que no permiten otros narradores. Sin embargo, su principal inconveniente es que no podemos profundizar en la experiencia de otros personajes, por lo que sólo conocemos a través de nuestro protagonista.
Dentro de los narradores en primera persona podemos diferenciar entres tres subtipos:
- Protagonista: es el más utilizado. Cuenta la historia desde el punto de vista del protagonista, que relata su experiencia.
- Testigo: relata una historia que no es la suya. Sabe de qué va porque se ha relacionado con ella de alguna manera, pero no la ha vivido como protagonista, de ahí el nombre.
- Monólogo interior: este tipo de narrador consiste en un personaje que se cuenta a sí mismo un mensaje. Puede ser más complejo de entender, puesto que no está relatando como tal sino más bien reflexiona o recuerda algo en concreto. Es como seguir el tren del pensamiento de una persona.
Narrador en segunda persona
Es muy poco común y muy complicado de gestionar correctamente. Una de las formas más habituales en las que lo encontraremos, en cualquier caso, será en formato epistolar. El texto se refiere a un tú o a un vosotros que, muchas veces, apela al propio lector como si se dirigiese a él.
Narrador en tercera persona
Cuando nos encontramos con un narrador en tercera persona, nos encontramos con que quien nos cuenta la historia no participa de la misma. La relata desde fuera, completamente ajeno a los hechos. Podemos diferenciar entre dos tipos de narradores en tercera persona:
- Narrador omnisciente: conoce todos los detalles de la historia, incluido lo que piensa y lo que quiere cada uno de los personajes involucrados. Permite profundizar en todos los aspectos psicológicos de cada uno de ellos.
- Narrador equisciente: cuenta la historia desde el punto de vista de un único personaje, el protagonista, y conoce todo de él. Sin embargo, desconoce lo que sienten y piensan el resto de los personajes. Su visión es limitada y va desvelando la trama de manera objetiva.
¿Ya sabes qué narrador usar? Si quieres perfeccionar tu técnica y desarrollar tus habilidades, debes practicar, practicar y practicar. Sin embargo, una formación constante es fundamental para seguir evolucionando. ¡Fórmate con nuestra maestría en escritura y creatividad literaria y conviértete en el escritor que siempre has soñado ser!